Sergio Soler denuncia una hostia, merecida. Le dan un soberano guantazo por listo y por pasarse con un trabajador.
Un juez le da la razón, con peros de por medio, como entender que se llevó un guantazo porque fue un mecanismo racional de defensa de la persona que le golpeó.
El señor al que pretendían tomarle el pelo tiene que pagar 30 euros. Creo que por 30 más le daría otra con gran gozo y seguiría repartiendo paquetes tranquilamente.
Caso #CaraAnchoa