Necesitamos media bolsa de guisantes, una cebolleta o cebolla, una loncha gruesa de jamón, un ajo, una cucharada de harina, un chorreón de aceite, agua y sal.
Para empezar se ponen los guisantes a cocer en agua con un poco de sal. Suelen estar listos en 8 minutos.
Cortar a daditos la cebolleta, el ajo (daditos muy pequeños).
Poner en una sartén el chorro de aceite y calentar. Meter la cebolleta y el ajo, añadir un poquito de agua. Dejar cocer/freír 3-4 minutos a fuego medio.
Echar el jamón, subir el fuego y freír unos minutos hasta justo antes de que quede demasiado dorado.
Añadir una cucharada de harina y remover bien.
Los guisantes ya deben estar cocidos así que antes de que se pegue la harina pon los guisantes y medio baso de la misma agua en la que se han cocido.
Remueve bien y en 3-4 minutos ya puedes servir.
Si eliges guisantes de piel fina están mucho mejor y si el jamón es ibérico más aun.
Buen provecho.