Hace tiempo que nos rondaba por la cabeza y finalmente nos hemos decidido, nos escapamos a Perpignan, Perpinyà o Perpiñán, como más nos guste y depende si lo queremos decir en Francés, Català o Español; todos ellos nos llevan al mismo destino, una bonita población del sur de Francia en los Pirineos Orientales y dentro de la región de Languedoc-Pyrénées y también en la llamada Catalunya Nord.
Nuestra previsión: salir sábado por la mañana, pernoctar allí y volver el domingo, sin prisa. Queríamos ver (o visitar) Le Castillet, la catedral de Saint-Jean-Baptiste, el río Têt, el palacio els Reis de Mallorca y el casco antiguo. Unas visitas rápidas para hacer en algo más de 24 horas.
Nuestra reserva de hotel la hicimos en www.booking.com guiados por los comentarios y siguiendo criterios de cercaría al casco antiguo y relacion calidad/precio según comentarios leídos en la misma página web. Seleccionamos el Mondial Hotel Perpignan.
El sábado por la mañana nos pusimos en marcha y en dos horas estábamos allí; aparcamos a 15-20 minutos del hotel detrás de los jardines del Palais des Congrès Georges Pompidou, en esa zona no hay zona de pago así que andamos unos minutos pero quedamos tranquilos sin tener que poner ticket ni pagar parking.
Al llegar al hotel nos atendieron en castellano sin problemas, el trato fue muy agradabe y nos explicaron brevemente el funcionamiento del hotel, horarios de comidas y demás. La habitación era amplia y cómoda, la mitad estaba reformada pero la otra mitad… pendiente de ello; se notava que el hotel tenía años y años y había zonas del baño, por ejemplo, que hablaban claramente del estilo que tenía hace 60 años.
Salimos a descubrir Perpignan y una de las cosas que descubrimos y que queremos contaros es que el centro histórico se ha movido con el paso de los años. Ojo con acceder a algunas partes de la ciudad porque son realmente suburvios donde la imnigración y la suciedad te hacen sentir en otro mundo. Media vuelta rápidamente porque no es agradable el paseo. Es una lástima porque hay edificios antiguos de curiosa contrucción.
El casco antiguo actual, desde Le Castillet hasta la Cathedral y el Camposanto y de ahí cruzando hasta la oficina de turismo todo muy bien.
Comimos en el centro, frente a Le Castillet en el restaurante Le Grand café de la Poste, no es barato pero no hay otro sitio mejor y más cerca del monumento.
Visitamos todo el centro paseando, vimos la Catedral, el Camposanto, el Palacio de congresos que está dentro de un parque, la plaza de la República (donde había mercado) y, como no, el canal del río Têt donde nos hicimos unas fotos.
Intentamos visitar el palacio de los reyes de Mallorca pero por horario no nos fue posible.
Nuestra cena fue en la magnífica Crêperie Flaubert donde no podéis dejar pasar la oportunidad de tomar una botella fresquita de cidra junto a una galette complete.
Es una salida recomendable para hacer en pareja, familia o amigos. Si estáis en Girona o Barcelona da tiempo a hacer la visita saliendo temprano y volver después de cenar ya que el casco antiguo de Perpignan no es muy grande.
Suerte y ánimo.
[amazon_link asins=’B015JHHFTC,B003J367JI,B003O69FOY,B014W9RF02,B007VOTOVO,B014V4VETG,B076Q6C2RD,B006J4FN08′ template=’ProductCarousel’ store=’wwwlimondelca-21′ marketplace=’ES’ link_id=’094930d5-04ea-11e8-9f66-931d6ee43bb1′]